El paisaje es desolador. Me siento como una llama que se va apagando por el camino de regreso en el aparcamiento de mi barrio. La brisa refresca un poco y seca las dos gotas solitarias que recorren mi frente, cuando me doy cuenta de que me he dejado el corazón en cuatro abrazos. Sigo andando y me vuelve el recuerdo de saber que no voy a ver a esos amigos durante un periodo quizás corto quizás largo. Aquellos con quien he compartido mi vida, mis penas y mis alegrías y que siempre que recuerdo algún instante de mi vida ellos aparecen en todas las escenas. R., J., K. y E. Nunca me gustaron las despedidas en el que no soy yo el que me voy. Sigo andando y llego hasta mi casa. Me cojo un batido de fresa imaginando que es una botella de ron que me bebo a una mano y con cara de pirata para tratar de olvidar que mañana no estaréis y que ya os hecho de menos. Por un momento la tristeza me invade de tal forma que dejo de existir dentro de mi. Pero no preocuparos, solo es por un momento. Nadie se va. Solo quien yo olvido.
Empiezo a escribir este post y sonrío. Estáis felices. Estoy feliz.
Suerte en Tenerife
cierto, sólo se va quien uno/a olvida...
además, tenerife sólo es una hora menos... ;)
y cuatro amigos más! muà
Es triste alejarte de la gente que quieres...
Escrito por Lyzzie a las 12 de Junio 2004 a las 11:43 PMbah tio, si tene ta a un tiro piedra!ni q se fueran a la Polinesia,ánimo niño
Escrito por María a las 13 de Junio 2004 a las 09:01 PMTranquilo, ya verás como dentro de nada les vuelves a ver y sino el teléfono siempre está presente. Que aunque no es lo mismo, la espera de volverles a ver se hace mas corta. Por cierto, muchas gracias doctor por sus servicios! Por fin pude entrar en los comments ;)
Escrito por Ruth a las 14 de Junio 2004 a las 12:31 AMYo entraba a dar ánimos, pero ya te los han dado los demás.
Escrito por Rear Window a las 14 de Junio 2004 a las 12:25 PM